Este término americano significa “puesta en escena de la casa”, y consisten en arreglar, preparar, despersonalizar y decorar la vivienda, haciéndola lo más atractiva posible, para así provocar sensaciones positivas al mayor número de posibles compradores, y realizando fotos profesionales atractivas, llenas de luz y que llamen la atención al máximo. Esta técnica realza los puntos fuertes de la vivienda en cuestión y minimiza los débiles para hacerla más atractiva en el mercado de venta.
No todas las viviendas necesitan el mismo trabajo, y por eso el presupuesto va en función de lo que necesite y lo que la propiedad esté dispuesta a invertir.